MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Agua de Tabasco vengo, agua de Tabasco voyâ?

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En 1955 se dieron precipitaciones extraordinarias en Tabasco que obligaron al gobierno a iniciar, en 1956, la construcción de bordos de defensa a lo largo del río Samaria. También inició el sistema de presas sobre el río Grijalva en Chiapas, la presa "Belisario Domínguez” conocida como "La angostura", la "Ing. Manuel Moreno Torres&rdquo, "Chicoasem", la Nezahualcóyotl "Malpaso" y la "ángel Albino Corzo” mejor conocida como "Peñitas". Con ellas pretendían reducir los riesgos de inundación.

En los años 60, con el boom petrolero, se dio un acelerado crecimiento de la población y, en la década de los 70 y con la complascencia de las autoridades, surgieron los asentamientos irregulares, sin planeación y en forma caótica, a orillas de ríos y lagunas. Así se formaron muchas colonias populares, sobre todo en Villahermosa.

En 1999 los frentes fríos causaron intensas lluvias en Tabasco y provocaron que las presas hidroeléctricas alcanzaran sus más altos niveles. Debido a ello se hizo necesario el desfogue de la presa "Peñitas", pero esa agua que se va al río Carrizal también pasa por el margen derecho de Villahermosa, lo que a su vez causa que se inunden la capital y su zona conurbada se inunden.

Como respuesta, en 2003 se creó el proyecto integral para la protección contra la inundación de la planicies de los ríos Grijalva y Usumacinta (PICI), el cual consistía en la construcción de bordos, canales y otras obras hídricas para proteger a la capital tabasqueña y su zona conurbada; en ese entonces la inversión sería de más de 2 mil 60 millones de pesos, el 72 por ciento sería aportación del gobierno federal y 28 por ciento del gobierno estatal, pero en virtud de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) no aportó todo y el PICI apenas sobrepasó el 50%: cuando ocurrió el evento meteorológico de 2007, los bordos y otras obras propuestas estaban en construcción unas y otras aún no iniciaban, por lo que la inundación cubrió el 70% del territorio tabasqueño y el 80% de la capital y su zona conurbada. El PICI, pues, no funcionó por falta de recursos. 

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Después de esta inundación se creó el Plan Hídrico Integral para Tabasco, el cual fue aprobado por Felipe Calderón con 9 mil 377 millones de pesos que administraría Conagua. Este proyecto no sólo contemplaba el control del río carrizal (también contemplado en PICI), sino numerosos muros y bordos de contención y la elevación de otros, desazolve de ríos, canales, lagunas de alivio, etc., en casi toda la geografía tabasqueña, pero fundamentalmente la capital bajo los siguientes tres ejes: 1. Sistema Mezcalapa-Samaria que permitiría la conducción hasta el mar de los escurrimientos excedentes provenientes de la cuenca alta del río Grijalva a través del cauce de alivio Samaria-Golfo y otras obras auxiliares.  2. Sistema de los ríos de la sierra que conducirán los excedentes de dichos ríos a la región lagunas de la cuenca baja de los ríos Grijalva y Usumacinta. 3. Sistema Carrizal-Medellín que conduciría los escurrimientos controlados del río Carrizal y de los de la sierra hacia el mar con la rehabilitación del cauce del río Carrizal y la conclusión del dren Victoria del río ala altura de Villahermosa. Cómo podemos ver, las autoridades, sobre todo los de Conagua, saben y tienen los proyectos con los que se puede evitar las inundaciones del Edén, pero entonces ¿qué pasa, por qué no actúan las autoridades?

¿Por qué no han funcionado ni el PICI ni el PHIT? Ni gobiernos priístas, panistas y ahora los morenistas han tomado en serio los proyectos que, de realizarse evitarían las inundaciones, más recurrentes ahora por el cambio climático. Por ejemplo, se construyó la compuerta el Macayo que desvía el desfogue de la presa "Peñitas” hacia el Samaria y que lo llevaría directamente al Golfo de México, pero no funciona así porque no se han realizado las obras complementarias; por eso, desde 2013, cada vez que desfogan la presa "Peñitas” se inunda la zona indígena de los Chontales. En esta ocasión lo mismo decidió López Obrador: inundar a la gente a la que tampoco le avisó que lo haría y tampoco los desalojó para que no sufrieran las desastrosas consecuencias. ¿No que no es igual que los ex presidentes y sus gobiernos? Estamos ante lo mismo, pero más desastroso.

Está claro que en Tabasco urge un movimiento popular que unifique a todas las fuerzas progresistas, con el número suficiente para con su organización poder arrancar la solución a los gobiernos estatal y federal y frenar las inundaciones que recurrentemente afectan a los tabasqueños, pues está claro que ningún gobierno ni ningún mesías, hará estás obras por su propio impulso. Aprendamos la lección, solo el pueblo organizado podrá hacer obras para el pueblo bueno y sabio.

 

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